
imagen: daycarefoodsolutions.com.a
La vuelta de las vacaciones supone muchísima concentración, tanto en adultos como en niños. El desayuno cobra una vital importancia en esta época. Los desayunos para rendir más son fundamentales para recargar pilas, bien en el colegio o en el trabajo, la mente necesita nutrientes válidos para funcionar. Sin alimentos adecuados la cabeza no rinde, se dispersa, pierde atención, siente sensación de mareo y cierta flojera te puede dejar fuera de juego.
Escuchando una entrevista a Ana María Lajusticia, química y autora de varios libros sobre alimentación, entiendes el porqué de los estados límbicos en los que se encuentra tu cerebro algunas veces:
El desayuno es la comida que sigue al ayuno más largo, que precede al trabajo más fuerte. Con las proteínas reparamos el deterioro de los tejidos, fabricamos anticuerpos y neurotransmisores con los que trabaja el cerebro. Para tener un alto rendimiento necesitamos un desayuno rico en proteínas. Tenemos déficit de vitamina A y vitamina D que se encuentra en las grasas animales.
Según esta valiosa información, debemos de tomar desayunos para rendir más antes de salir al colegio o al trabajo, y nada de conformarnos con un café y cuatro galletas. El bocadillo del almuerzo para el intermedio de media mañana está muy bien, pero se trata de no llegar a este tentempié con la cabeza hueca y los pies arrastrando. He aquí algunas propuestas:
1- Zumo de frutas, incluyendo algún cítrico (vitamina C) y zanahoria (vitamina A)
2- Yogur con frutos secos en semillas: almendras, avellanas, nueces, sésamo, pipas de girasol.
3- Leche con cacao. La leche sin desnatar para los niños. Las semillas de cacao, es decir, chocolate negro, es rico en magnesio, muy importante para el ejercicio físico.
4- Lonchas de jamón de york, jamón serrano, pollo o pavo.
5- Huevo en cualquiera de sus variedades, duro, revuelto, frito o tortilla.
6- Queso fresco, combinable tanto con dulce con pasas y mermelada como con salado, con anchoas o jamón serrano.
Toma estos alimentos combinados entre ellos o con pan. A los bocadillos añádeles siempre aceite de oliva. Acostúmbrate a complementarlos con algún alimento vivo, tomate o lechuga, para que ayude en su digestión.
Es posible que te levantes por la mañana sin apetito y no te entre nada en el estómago, ni tan siquiera agua. Te proponemos acostarte antes y madrugar más. Tómate tu tiempo por la mañana, no vayas siempre a toque de silbato, te estresas tú y estresas a tus niños nada más empezar el día. Dicen que las horas de sueño de antes de las doce de la noche valen por dos. Amolda a tu cuerpo a nuevas y saludables costumbres. Descansa y toma desayunos para rendir más. Si estás algún tiempo en casa antes de salir al quehacer diario tu cuerpo y tu mente te pedirán que los sacies después del ayuno de la noche, y entonces podrás aportarles los nutrientes que necesitan para un rendimiento positivo.
Mira por tus hijos y por ti. Recuerda, proteínas en el desayuno, y no te lo saltes. ;)
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